Es increíble todo lo que puede pasar en un simple día. 24 horas. 86400 segundos. Todo lo que puedes sentir, hacer, crear, imaginar, querer, rechazar… Porque simplemente hacen que seas persona, que aprendas. Que aprendas que el día a día cada vez es algo más difícil, que se va complicando. Que aprendas que si quieres algo, tienes que luchar por ello. Que aprendas a querer. Que aprendas a equivocarte y reconocer tus errores. Que aprendas a valorar los detalles. Que aprendas que las cosas más pequeñas son las que te hacen feliz. Que aprendas que un día malo no es el fin del mundo. Que aprendas que siempre tendrás a alguien que te escuche. Y, sobretodo, que aprendas a guardar bajo llave lo que de verdad necesitas.