-Disculpa...¿No andarás perdida?
-La verdad es que no. Estoy bien. Gracias.
-No no pareces estar bien. Lo primero deja de llorar, vas a estropear esa cara tan bonita. Y lo segundo... lo segundo es que no me gusta que me mientan, así que... veo que tenemos que volver a empezar.... ¿No andarás perdida?
-Está bien, sí, estoy muy perdida...
-Pues suelta esa botella y cuéntame tus penas, voy a escucharte.