-Bueno mamá, ¿Cuándo vas a empezar a mentir con la edad? Eh, yo ya lo hago.
-Bastante trabajo me ha costado llegar hasta aquí, como para empezar a quitarme años.
Un amigo me dijo un día: Cuando somos pequeños, queremos ser mayores, cuando tenemos unos 30años, y tenemos pareja, casa, coche, dinero e incluso hijos queremos quedarnos así, aunque a veces deseamos volver a tener 18 años, no tener preocupaciones y disfrutar, y cuando somos ancianos… recordamos cuando éramos pequeños y sólo pensábamos en crecer…
Y es que nunca estamos contentos con lo que tenemos, siempre queremos más o mejor, y no disfrutamos de los pequeños detalles que nos ofrece la vida.
Yo nunca he deseado tener 18 años (la edad “importante” que más próxima) por el mero hecho de sentirme mayor, y, de hecho, ODIO a la gente que solo piensa en tener 18 años, para qué? Crees que cuando te levantes la mañana de tus 18 el mundo habrá cambiado?
Porque, si lo crees, te diré una cosa, el mundo seguirá igual que cuando tenías 17 años, nada habrá cambiado, mientras sigas viviendo en casa de tus padres tendrás que hacer lo que ellos digan, seguirás estudiando si quieres tener un futuro bueno, te sacarás el carnet del coche y tendrás más libertad si, pero, a la vez que crezcan tus libertades, también lo harán tus deberes así que… ¿Por qué no disfrutar del momento tengas la edad que tengas? Yo no cambiaría por nada mis 17 años, las cosas que hago ahora las seguiré haciendo con 18 años, seguiré haciendo locuras, teniendo ciertos comportamientos de niña pequeña, seguiré con el blog, seguiré siendo igual de ilusa, porque yo soy feliz así, y no veo motivos por el que cambiar, de hecho no cambiaré, no, y no haré las cosas que no hago ahora, porque si hoy he sabido decir que no a ciertas cosas, mañana lo seguiré diciendo.
No voy a negar que a veces deseo tener unos 30 años, trabajo, mi casa, mi coche, mi pareja, 1 o 2 hijos, tener la vida medio resuelta, y dedicarme a vivir, sin más, aprender a compartir, a ser responsable, aprender a los demás, incluso los pequeños, darle todo lo que tenga a mi familia, compartir mi felicidad, regalarles felicidad… Me encantaría la verdad, pero, como sé que no es posible me limito a vivir, vivir el día a día, disfrutar cada día como si fuera el último, dejándome de tonterías, siendo feliz…
Y el día en que lo sea completamente, el día que tenga lo que realmente me puede hacer feliz, que no es mucho, ese día, veré el mundo con otros ojos, jamás, me quitaré años, porque estoy segura de que estaré orgullosa de todo lo que haya hecho, y es que, la edad solo es un número, y como bien dice mi madre, la juventud se lleva por dentro!
